El título de este post corresponde a una nota publicada en diciembre de 2010 en la Revista Que-Periodismo][maleducado en la que se analiza la situación de la escuela pública. Me pareció pertinente traer ese artículo al blog tras leer otro publicado en Clarín el 23 de enero de 2012 en el que se afirma que el crecimiento de la matricula en escuelas privadas corresponde a «un cambio cultural».
Con la idea de complejizar ese enfoque, que pasa por alto numerosas decisiones políticas de los últimos 20 años, me parece interesante resaltar algunos elementos que hace más de un año se destacaban en el informe publicado en la Revista Que. En primer lugar, vale recordar que la educación privada fue creada en el primer gobierno de Perón pensada como un complemento de la escuela pública allí donde ésta no llegara. Su desnaturalización fue propia de la política realizada de espaldas a la calle. Al día de hoy el Estado financia con el erario público los honorarios de los docentes de muchos de estos establecimientos a pesar de que el lugar donde se asientan es en las áreas de mayores ingresos per capita y donde existe oferta de escuelas pública. Valga como ejemplo un párrafo destacado del artículo de la Revista Que:
«Tomando el nivel primario como ejemplo, en la Ciudadde Buenos Aires hay 450 escuelas primarias de gestión privada, el 60 por ciento de éstas recibe subsidio. Su matrícula de estudiantes es casi igual a la estatal, pero a medida que nos desplazamos en el mapa, las proporciones se desnivelan. Apenas cruzando la General Paz ya son siete de cada diez los chicos que asisten a escuelas íntegramente financiadas por el Estado; y en la región de Santiago del Estero, Chaco y Formosa, zonas con mayor proporción de habitantes en situaciones de vulnerabilidad social, son nueve de cada diez los chicos asisten a escuelas estatales».
Otro elemento fundamental a tener en cuenta es cómo las distintas gestiones jurisdiccionales distribuyen su presupuesto educativo. En el artículo mencionado se hacía referencia a la inversión de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el gobierno de Mauricio Macri. Para evaluar entonces cuánto incide la política en los «cambios culturales» señalados por los especialistas citados por el diario Clarín, vale la pena recordar lo siguiente:
«Mauricio Macri fue elegido Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 2007. Uno de los argumentos de su campaña política fue su experiencia en la gestión empresaria. En la práctica, esto se tradujo en que el mayor incremento interanual en política educativa de sus primeros tres años de gobierno se produjo en el área de escuelas de gestión privada. Entre 2008 y 2009 los subsidios presupuestados con ese destino subieron de 482 a 705 millones de pesos (46,13 por ciento) distribuidos entre 450 instituciones. En ese mismo período, el presupuesto destinado a Infraestructura y Planeamiento, a cargo de la construcción y remodelación de escuelas estatales, cayó de 317 a 243 millones de pesos (23,23 por ciento). Esta orientación queda en mayor evidencia si se considera la ejecución presupuestaria de 2009. Según la Dirección General de Contaduría del Gobierno de la Ciudad, el gasto en escuelas privadas fue un 13 por ciento mayor a lo planeado (alcanzó los 802 millones), en tanto que la inversión en Infraestructura y Planeamiento fue un 35 por ciento menor (tan solo 158 millones de pesos). Es decir que en 2009, por cada peso invertido por el Ministerio de Educación en la construcción y el mejoramiento de las escuelas, se destinaron cinco para el pago de salarios a docentes de escuelas privadas«.
Quien quiera leer la nota completa puede hacerlo aquí: Artículo publicado en Revista Que – Periodismo][maleducado.
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