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Posts Tagged ‘Ámbito Financiero’

Los diarios no van a desaparecer. Al menos no en el corto plazo y mucho menos en Argentina, donde el negocio sigue siendo redituable. Aquí va un pequeño análisis del mercado de diarios en el país, realizado con datos públicamente disponibles, que demuestra lo lejos que estamos de aquel apocalíptico destino.

Como se sabe, las dos principales fuentes de ingresos de los medios gráficos proceden de la venta de ejemplares y de la venta de espacio publicitario en sus páginas. Un breve repaso por las estadísticas disponibles en esos rubros permitirá avizorar si las editoriales viven realmente la llamada “crisis del papel” como muchos de sus directivos a veces mencionan.

Publicidad

Según la Cámara Argentina de Agencias de Medios (CAAM), entre 2002 y 2012 la publicidad en diarios de todo el país aumentó más de 10 veces en pesos corrientes pasando de 655 millones de pesos a 6.900 millones.

Inversion publicitaria en diarios

Fuente: Elaboración propia sobre datos de la CAAM

Como en el período analizado el país atravesó un proceso inflacionario, la CAAM decidió implementar el criterio de volúmenes físicos, esto es, calcular la cantidad de páginas de publicidad vendidas. Con esos parámetros, entre 2002 y 2012 el espacio de publicidad aumentó un 37% en los diarios de la capital y un 173% en los diarios editados en el interior. Es decir, independientemente de los precios de los avisos, cada vez hay más publicidad en sus páginas.

Inversion publicitaria vol fisicos

Fuente: Elaboración propia sobre datos de la CAAM

Como se mencionó anteriormente, otra de las grandes fuentes de ingreso de los diarios son las ventas de ejemplares. En ese sentido vale destacar que entre 2002 y 2013 todos los diarios aumentaron notablemente su precio de tapa. Tomando como referencia los ejemplares de los domingos (fecha en que la mayoría de los diarios experimentan su mayor venta semanal) de cuatro de los matutinos de mayor circulación en la ciudad de Buenos Aires, puede verse que todos incrementaron más de cinco veces su valor de portada. Diario Popular pasó de 1 peso a 5 (500%), Olé de 1 a 5,5 (550%), Clarín de 2,5 a 14 pesos (560%) y La Nación de 2,5 a 16 (640%).Precio de tapa

Fuente: Elaboración propia sobre datos del IVC

Más allá del precio de tapa, el elemento que marca la diferencia en la situación de las empresas editoras es la venta efectiva de ejemplares. Al respecto, las últimas estadísticas disponibles en la página web del Observatorio de Industrias Creativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (OIC), que toma como referencia cifras del Instituto Verificador de Circulaciones (IVC), aseguran que entre 2003 y 2011 la venta de diarios en todo el país cayó menos de un 1%. Esa caída fue un poco más pronunciada en el ámbito de la ciudad, aunque alcanzó en el período de 8 años apenas un 12%. Guarismos que lejos están de marcar una crisis terminal del papel, como algunos aventuran en un corto plazo.

OIC

Fuente: OIC sobre datos del IVC

Este pequeño análisis demuestra, con la información públicamente disponible, que en la última década la inversión publicitaria en diarios aumentó considerablemente, al igual que el precio de portada de los ejemplares, y sin que la venta disminuyera demasiado. En definitiva, es engañoso plantear que el mercado de diarios en Argentina se encuentre atravesando una “crisis del papel”.

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Desde los futboleros «Goleada» o «Paliza histórica», hasta los carentes de verbo «Cristina, reelecta», un repaso por las portadas de los diarios editados en Buenos Aires el día después de las elecciones presidenciales del 23/10/2012 y, por supuesto, algunos comentarios al margen.

Respirando hondo

El recorrido comienza por tres diarios con líneas editoriales abiertamente enfrentadas al gobierno nacional. En todos puede observarse como evitan calificar el amplio triunfo de la candidata del Frente para la Victoria al punto de omitir los verbos en los títulos principales de Clarín y La Nación.

El Gran Diario Argentino, enemigo dilecto del Kirchnerismo, empleó la bajada para señalar que la votación fue «contundente» y trató de mantener la neutralidad en una jornada aciaga para las noticias habitualmente llevadas a la tapa del diario. En un segundo lugar de jerarquía pone el (este sí) «rotundo» triunfo de Scioli en la Provincia de Buenos Aires.

La Nación, por su parte, anticipa la lectura del acto eleccionario y sus próximas editoriales en un título que condensa la potencia de una declaración de Elisa Carrió: «A la Presidenta, todo el poder». Titular que se completa con la columna de análisis de Morales Sola presente en la misma portada que señala que se está «Ante una democracia carente de equilibrios». No es necesario leer la sábana de opinión para imaginar que los grandes resultados electorales también pueden ser vistos como posibles ataques a la democracia. Coherencia editorial del diario literalmente más grande del país que hace un tiempo evaluaba de forma similar las elecciones presidenciales bolivianas.

El Cronista, finalmente, debe enfrentar la doble derrota de la oposición a nivel nacional y de su propio dueño en la Provincia de Buenos Aires ante Daniel Scioli que estiró las ventajas ya alcanzadas en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de agosto. El camino que encontró es el de obviar la calificación en el título principal y remarcar los posibles desafíos de la nueva gestión. En cuanto a la derrota de Francisco De Narvaez en Bs As, El Cronista creyó prudentemente que no había nada para destacar en portada.

Triunfo Nacional…

Los dos diarios cuyas líneas editoriales parecen acercarse más al kirchnerismo muestran en portada a la presidenta reelecta alzando los brazos. Para Tiempo, el resultado alcanza la potente categoria de los «azos» (cordobazo, cacerolazo, viborazo, etc). Página, en una alusión literaria de las que hizo escuela, hace una  paráfrasis del célebre cuento de Rodolfo Walsh «Esa mujer» poniendo a Cristina en una valoración semejante a Eva Perón.

…y Popular

Los dos diarios populares (Crónica y Diario Popular) eligieron la metáfora deportiva para aludir a la victoria de Cristina Fernández. Diario Popular, el tercero en ventas a nivel nacional, apela a la emotividad de su público con una foto que muestra a Cristina al borde de la lágrima sosteniendo un cuadro de una foto de ella con Néstor Kirchner.

Etcétera


Del resto de los diarios cabe destacar las portadas amarillas de Muy y Libre. El pasquín del Grupo Clarín decidió inteligentemente cambiar el pronombre tan utilizado por Cristina para aludir a su difunto marido y titular solamente «Ella»; mientras que Libre optó por un más descriptivo y campechano: «Reventó urnas y plazas». Evidentemente, ambos reconocieron cierta emotividad de la calle en el triunfo y no quisieron dejarlo de lado. Sin embargo, Muy es el único matutino que se destaca por disputar el protagonismo político de la jornada con noticias de la farándula local («Lopilato pela lomo para seducir a Europa»).

Contratapa

Para cerrar, es oportuno destacar la contratapa que publica Tiempo Argentino en su edición del 24/10/11. En esta ocasión decide retirar la página de chistes y la columna de autoayuda diaria para poner en su lugar una foto de Héctor Magnetto votando junto con un epígrafe que señala «El fin de una época». El gesto, explicado por el vicedirector del diario al interior del ejemplar, resume la idea de que el gran perdedor de los comicios es el mandamás del conglomerado de medios Clarin que, como supuesta cabeza de la oposición, es retratado al momento del voto al igual que es costumbre para los políticos de todos los partidos.

A pesar de la posiblemente apresurada consideración de tomar el hecho político como el fin de una época, una original idea para dar una noticia.

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El mundo gira. En él se mueven 7.000 millones de personas distribuidas en 193 países. Éstas nacen, estudian, trabajan, hacen guerras, sufren terremotos, tienen accidentes, matan y mueren. Algunos pueden hacer más y otros menos. Unos pocos de ellos eligen contar lo que hacen los demás al momento en que sucede, porque el mundo no se detiene. Aquellos que eligen hacerlo más allá de las fronteras son los periodistas de Internacionales. A través suyo nos enteramos acerca de esa entelequia inimaginable conformada por 6.960 millones de personas distribuidas en 192 países que denominamos “resto del mundo”. Para incluirlo en unas pocas páginas deben elegir diariamente lo más relevante. ¿Qué criterios utilizan? ¿Cómo se produce la información que nos llega del exterior? ¿Cuál es el mundo para la prensa gráfica nacional?

Para responder a estos interrogantes Diario sobre Diarios (DsD) entrevistó a los responsables de las secciones de Internacionales de Clarín, La Nación, Página/12, Ámbito Financiero, El Cronista y Perfil. Sus palabras son, en la mayoría de los casos, el único contacto con el exterior para miles de personas que buscan informarse. A más de 30 años de los primeros estudios de agenda setting, las preguntas que indagan acerca de la influencia de los medios masivos en la conformación de la agenda pública siguen vigentes. Esos trabajos demostraron que si hay un área en que los medios de comunicación son decisivos en la conformación de la opinión pública es la referida a noticias internacionales.

“Durante el día la gente se puede enterar de lo que pasa afuera por la web o por un flash informativo de la tele (si la noticia tiene imágenes lindas). Pero si le interesa una visión en profundidad, quiere entender de qué se trata el conflicto, recurre a la sección de Internacionales de la edición de papel del día siguiente”, introduce Paula Lugones, jefa adjunta de la sección El Mundo en Clarín. En su opinión, la relevancia del medio en el que trabaja no se limita a la incidencia directa sobre sus lectores: “Si la guerra en Libia sale de primer título en el diario, más tarde los noticieros y el resto de las puntocom van a estar hablando de eso como tema importante”.

Esa responsabilidad que adquieren los periodistas especializados cobra mayor dimensión si se considera un área de cobertura tan amplia como es posible. “Tenés que hacer la selección de la información de todo lo que pasa en el mundo. Ahí tenés que saber qué es lo más importante” explica María Oliva, jefa de Internacionales en El Cronista. “La información que uno recibe es abrumadora. Tu trabajo es ver entre todo eso qué le interesa al lector de tu diario”, completa Gail Scriven, a cargo de la sección Exterior del diario La Nación. ¿Cuáles son entonces los temas elegidos?

La vuelta al mundo en seis diarios

“Golpes de Estado, guerras, revoluciones, elecciones”, son las primeras palabras que Santiago O´Donnell, jefe de la sección El Mundo de Página/12, enumera al mencionar las noticias principales que le tocan cubrir. “Política internacional, más catástrofes, más tendencias sociales o socioculturales”, es el cálculo que presenta Lugones. “Todo lo que tenga que ver con ‘lo político’-sintetiza Scriven-. Aunque cada vez más abarcamos también algunas cosas de Información General”.

Marcelo Falak, jefe de Internacionales en Ámbito Financiero, coincide con el temario marcado por sus colegas, aunque resalta que desde su sección se privilegia siempre un ángulo “de negocios”. Idéntico panorama describe el ejemplo presentado por María Oliva: “Si tenemos que informar acerca de la situación en Japón después del terremoto, vamos a tratar de encontrar ‘el costo de la reconstrucción’; o enfocar en cómo las empresas constructoras van a ser necesarias para el resurgimiento del país”.

El diario Perfil cierra el hexágono de diarios consultados. Allí, según Rodrigo Lloret, editor de Internacionales, la agenda comparte los temas ya señalados aunque por publicarse solamente los fines de semana tratan de privilegiar una mayor proporción de notas de análisis y la producción de suplementos especiales cuando la situación lo amerita.

Puntos de vista propios

“Es una sección atípica porque trabajás fundamentalmente con lo que pasa en el afuera y muchas veces con cables, cosa que frecuentemente la gente menosprecia”, remarca María Oliva. “Ahí me parece que hay un desconocimiento de lo que es la tarea –agrega Marcelo Falak- porque sobre todo en secciones chicas, la agencia de noticias es la fuente primordial de información. Pero hay algo que es muy importante, y que te lo van dando los años, que es el conocimiento de los temas. Es muchísimo el material que yo descarto porque me parece erróneo, desenfocado y no lo utilizo. Por eso digo que nuestro trabajo es menos de calle, más de edición y de análisis”.

“Nosotros tratamos de mantener la política del enviado especial incluso en momentos de crisis. Nos parece que es un gran plus porque cuenta las cosas como nosotros queremos y no a través de una agencia que tiene un lenguaje mucho más neutral”, enfatiza Paula Lugones a más de diez mil kilómetros del jefe de su sección, Marcelo Cantelmi, que al momento de recabar información para esta nota se encontraba cubriendo el conflicto en Libia. De esta manera incorpora una variable de las coberturas no mencionada hasta el momento: los recursos disponibles.

“Los hechos importantes los tratamos de cubrir siempre en el terreno. En segunda instancia, si no podemos llegar por alguna razón, ahí nos contentamos con un stringer”, explica Scriven aludiendo de este modo al colaborador desde el extranjero. La sección que dirige es la única que se presenta en la página 2 de los diarios nacionales: “La Nación te transmite que es un diario que mira al mundo y eso lo ves apenas abrís”.

“Lógicamente el corresponsal puede tener un conocimiento más acabado. Pero eso no impide que yo pueda hablar de los procesos más macro desde acá”, distingue Lloret. “Hoy con las redes sociales, internet y lo que se tiene al alcance del mouse, uno puede cubrir muy bien un trabajo periodístico”, analiza el jefe de sección en Perfil.

La mirada del otro

Muchas veces la lejanía goegráfica permite mejores coberturas, señala Sebastián Lacunza en su artículo“El periodismo de afuera” incluido en el libro “El periodismo urgente”. Los ejemplos que sustentan la afirmación del periodista de Ámbito Financiero remiten a los artículos publicados en los medios norteamericanos los meses siguientes al 11 de septiembre de 2001 y en los españoles tras los atentados contra los trenes en Madrid del 11 de marzo de 2004. En ambas circunstancias, las informaciones producidas en el extranjero fueron más certeras que las generadas en el lugar.

Esta situación puede explicarse, según el autor, porque “los periodistas de internacionales, cuentan muchas veces con un margen de libertad algo más amplio que el que rige en otras secciones relevantes de un medio escrito”.

Lugones convalida esta afirmación con su experiencia: “Nosotros no sentimos ningún tipo de presión. Lo que podemos recibir son llamadas de embajadas de distintos países que no están de acuerdo con lo que publicamos. Pero obviamente cada cual trata de llevar agua para su molino”.

Falak, con casi veinte años de trabajo en la sección, pone el tema en la balanza: “Si bien el periodismo internacional te pone en un lugar más frío o de menor exposición respecto de otros colegas, también tiene una gran ventaja que es que no está sometido a un permanente escrutinio sobre cuestiones polémicas y sensibles. Porque aún si lo estuviera, bueno… igual uno está hablando de Libia”.

¿Qué se jerarquiza?

“Se sabe de memoria que no es lo mismo una muerte en Uruguay que mil en África”, resume sin anestesia Santiago O´Donnell. Esta máxima nunca escrita del periodismo se corporiza diariamente en las páginas de todos los medios gráficos.

“Siempre se van a mirar más aquellos países que tengan alguna incidencia en la Argentina. Obviamente le vamos a prestar atención a todo lo que suceda en Estados Unidos porque se trata de la primera potencia mundial. Lo que pueda suceder en Latinoamerica también, por una cuestión de cercanía geográfica y por las relaciones comerciales que hay entre los países que integran el Mercosur. Después se verá a lo que pase en Europa, especialmente España o Italia”, completa María Oliva, que redactó sus primeros artículos de internacionales en el viejo Tiempo Argentino.

La jerarquización que menciona Oliva coincide mayoritariamente con la que brinda el resto de los periodistas entrevistados. La contracara son los países que quedan afuera de la página del diario.Marcela Pizarro, Profesora de la Facultad de Comunicación en la Universidad Austral, ilustra esta situación en su tesis de doctorado en la que analiza todos los artículos publicados por la sección de internacionales en Clarín y La Nación entre 1980 y 1998.

Allí releva a los países protagonistas de las noticias y los agrupa por continente. El resultado, expresado como porcentaje de la totalidad de notas, señala cuáles fueron las regiones con mayor y menor “visibilidad” para esos diarios:

1. América Latina 30.4
2. América del Norte 19.7
3. Europa occidental 17.6
4. Europa central y del este 13.2
5. Medio Oriente 9.9
6. Asia-Pacífico 5.6
7. África 3.6

“El espacio en nuestra sección es de papel y no de goma”, argumenta Paula Lugones. “A veces hay matanzas en Costa de Marfil o guerra civil en Sierra Leona que no hemos cubierto tanto como merecerían. Pero es difícil ‘vender’ un tema que resulta tan lejano no solo por cuestiones geográficas, sino también por cuestiones culturales”, finaliza la periodista de Clarín.

“Si fuese por mi le dedicaría todo el diario -duplica la apuesta Scriven- porque hay un montón de temas de África que pueden pasar meses y no hay oportunidad de publicarlos o tenés que encontrar la forma de que el lector argentino se informe de eso sin que se aburra”.

Discursos y recursos

“El mundo no es un lugar aburrido, no dejes que tu lectura lo sea”, advierte sugestivamente el anuncio publicitario de la revista especializada norteamericana Foreign Policy (Política exterior). En su página web conviven artículos de análisis históricos y económicos con otros como “Malas políticas, peor prosa: por qué los tiranos escriben tan malas escenas sexuales”, una nota que repasa las obras literarias de seis dictadores de Medio Oriente, Asia y Europa.

“Para mi es la mejor revista de política internacional del mundo. Porque logran hacer periodismo de temas complejos y de manera interesante”, subraya Rodrigo Lloret. “Yo trato de replicar esa lógica porque lo que escriba lo tiene que entender todo el mundo. Hay que dar información que tiene un montón de bagaje histórico, de procesos largos y complejos, pero hacerlo de manera periodística, que tenga interés, que sea divertida y que no sea una página abstracta, complicada y que aleje al lector”, agrega sin dar pistas de cómo lograr esa transformación mágica.

Scriven suscribe lo anterior y encuadra esta situación en un proceso de cambio en las redacciones: “Antes el editor se sentaba y tenía que tomar una decisión sobre los cables que recibía, ahora tiene que producir la sección de otra manera. Cada vez se deben incluir más entradas distintas y hay que vender las páginas gráficamente. Hace siete u ocho años La Nación no ponía nunca una foto a seis columnas y ahora es lo común. Eso tiene que ver con competir con Internet y la televisión”. Sin embargo, pese a los esfuerzos de la redacción, los problemas no parecen ser solo de competencia.

Por un lugar en la agenda

“La política internacional no forma parte de la gran agenda de los temas nacionales y eso es un problema grave para los que la cubrimos en Argentina”, diagnostica Rodrigo Lloret tras 12 años examinando la temática en distintos medios. Según su opinión, “en EEUU, Europa y cada vez más en Brasil, los temas del mundo están instalados en los debates previos a las elecciones y pueden definirlas. Y eso no tiene que ver con el gobierno actual, sino con la sociedad argentina, y se puede ver en los portales de internet donde las noticias internacionales por lo general no rankean entre las primeras”.

Marcelo Falak entiende esta situación como un mayor desafío para los periodistas de la sección que deben asumir el compromiso de “explicar mejor y acercarle más los temas a la gente”. Paula Lugones coincide con el enfoque: “creo que nuestro objetivo es que la mayor cantidad de personas comprenda que lo que sucede en el mundo, tarde o temprano, nos impacta”.

Mientras tanto, el mundo sigue girando. Nacen y mueren más personas. Mañana el diario se publicará de nuevo y habrá que contarlo.

*Artículo publicado en la Zona Dura de Diario sobre diarios

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Como ya manifestamos en un post anterior (Palabras menores: el desigual tratamiento de los chicos en conflicto con la ley penal), los medios masivos de comunicación suelen contribuir mediante su parcial cobertura a la creación o intauración de «polémicas» en torno a iniciativas muy delicadas que habitualmente son perjudiciales para aquellas personas marginadas socialmente (consideradas por lo general como minorías).

Se crean «olas de inseguridad» o se construyen «casos» que por su particularidad sensibilizan a la «opinión pública». Esos son los momentos en que astutos dirigentes políticos se ponen al frente de reclamos de mano dura o de baja de la ley de imputabilidad apelando a mitigar consecuencias y pasando por alto causas estructurales. La mirada cortoplacista se anota un nuevo poroto y la matriz autoritaria agazapada en la sociedad pega un nuevo zarpaso. (más…)

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Una  «esperable marea de ocupaciones» provocó para Ámbito Financiero la decisión del gobierno de intentar solucionar la situación habitacional de las personas que tomaron una porción del terreno del Parque Indoamericano en búsqueda de una vivienda. Por supuesto, para AF eso es «PEOR» (¿que la represión y los asesinatos? ¿que haya gente durmiendo en la calle o hacinada en una pieza?). ¿Nos hundimos?

En la bajada del título principal, sus palabras vuelven como el agua en la playa pero empujando otras moléculas de H2O. Ahora se trata de una «previsible ola de Usurpaciones». Glup.

La magnífica interpelación de AF, que da cuenta de la gran confianza que tienen en el conocimiento del  contrato de lectura que establecen con sus lectores,  solo es comparable con las más mentadas portadas de Crónica. Esto se evidencia en el resto de la información presente en la portada que habla del comienzo de negociaciones «en serio» con el Club de París y hasta se da el lujo de retar al mercado porque a su entender «ignora a ocupas» y mejora la puntuación del riesgo país. Glup Glup. Druguguguugrrp.

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De la cantidad de expresiones xenófobas que se reprodujeron por parte de políticos y periodistas (entre otros intervinientes del escenario mediático nacional) a raíz del intento de desalojo en el Parque Indoamericano, abajo reproduzco una selección a modo de muestra. Justamente tomo las portadas de algunos medios gráficos por ser la cara visible de las empresas informativas y condensar, o intentar hacerlo, el espíritu de cada medio. Sin más prolegómenos, doy lugar a las portadas para que hablen por si solas.

Lo sutil no quita lo discriminatorio

(La nacionalidad como dato clave para la construcción de una noticia cuyo primer eslabón, para LN, es la inmigración).

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Simbolizó el terror y la muerte (para Clarín), el horror (Diario Popular), la represión (La Razón), el terrorismo de Estado (Tiempo Argentino), la ESMA (Crónica) y la última dictadura (La Nación). Así fue presentado Emilio Massera en las portadas de los diarios que se editan en la Ciudad de Buenos Aires en ocasión de su muerte. A estas referencias podemos sumar la definición de «emblema del proceso» que publicó Ámbito Financiero. La elección de las palabras «símbolo» y «emblema» no es azarosa, denota la principal tarea que estos medios cumplen (o pretenden cumplir) en la vida social: la asignación de un sentido a los acontecimientos.

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