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Archive for enero 2010

Si el editor pide «punch», acá lo tiene.  Si a usted, ávido lector, el título ya le suena entre despectivo y bizarro, lea el primer párrafo de la nota.

Una vez más el sentido común del Gran Diario Argentino enseñando que acá no trabaja el que no quiere y que la dignidad en la actividad laboral es sinónimo de buen vestir y perfume dulce.

Si quieren saber con un poco más de profundidad cómo vive la mayoría de la gente a la que no le alcanza para comprar el diario, busquen otros medios…

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Cuando uno apenas empieza a regodearse con las sutilezas descubiertas a través de la lectura crítica de un medio, aparecen editoriales tan vulgarmente escritas como las del diario La Nación que interrumpen cualquier placer onanista que uno puede darse. ¿Era necesario señor editor tamaña pornografía? ¿Qué fue del erotismo ideológico tan bien expresado en películas comoVení que te monto-nero (protagonizadas por Bombita Rodriguez)? Para los que aún tengan dudas de lo que hablo, lean la editorial del día de hoy del diario La Nación: Improcedente acuñación de moneda.

Como si la editorial oficial no fuera suficiente para plantear la postura del diario en relación a la memoria de los crímenes de lesa humanidad, es preciso mencionar otro hecho (ahora sí) más dificil de rastrear por las vías convencionales.  Con ustedes: el opinólogo invitado.

Es costumbre que los diarios tengan una serie de columnistas «prestigiosos» que habitualmente firmen notas acerca de temas de actualidad. Estos, sin excepción, son elegidos por los titulares de los medios a partir de su coincidencia con la línea editorial. De esta forma, leer sus columnas es habitualmente como leer lo que piensa el diario sobre el tema. Muy rara vez el tiro les salga por la culata y el opinólogo confronte con el medio.  La firma «prestigiosa», entonces, le  sirve al medio para legitimar ante sus lectores la posición que asume y que luego podrá observarse más diluida en el trasfondo de las noticias presentadas por éste.  Marcos Aguinis, opinólogo de La Nación, es un claro ejemplo de cómo funciona este mecanismo.

A sabiendas de lo anterior, hoy navegaba por las versiones digitales del diario cuando descubrí una nota titulada «Democracia puta, impresionante editorial paraguayo». Me llamó la atención y quise adentrarme en el pensamiento de este «prestigioso» opinólogo. Sin embargo, al intentar ingresar a la nota vi que la misma había sido removida.

La nota todavía figuraba en el buscador, aunque con un claro mensaje escrachador: «nota eliminada».

Este acto de censura, no obstante, no iba a ser suficiente para los ávidos lectores de Aguinis. En esta oportunidad, como en tantas otras, Internet demostró que puede más que las mordazas ajenas.  Asi fue como el Google desnudó la vulnerabilidad del celebrado sistema multiplataforma de La Nación y pudimos enterarnos del contenido del mensaje de Aguinis a través del servicio La Nación móvil (creado por el diario para enviar contenidos a los célulares de sus suscriptores).

Para ver la nota completa puede clickear acá

Finalmente, al leer la nota uno puede darse cuenta que lo que hace Aguinis no es más que citar casi por completo la editorial del diario paraguayo ABC Color del día 7/10/2007 en la que se habla, entre otras cosas, de una «democracia puta» controlada por políticos populistas que cuando llegan al poder instauran una dictadura de la cual sus primeras víctimas son los cuadros militares. De esta forma, Aguinis se despacha con un artículo propio de un fallido funcionario macrista (léase Abel Posse) y muestra con toda claridad los resabios autoritarios de dictaduras pasadas que hoy persisten en peligrosa transformación.

La Nación publicó y luego intentó quitar esta nota de su página sin mucho éxito. La línea editorial que mantiene el diario casi desde su fundación permite entrever que se debió más a una cuestión estratégica que a un desacuerdo con las premisas planteadas por el firmante de la nota de opinión. Desenmascarados ambos, a prestar atención.

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